Icono del sitio Galamigurumis

Vampiro, que te miro.

 

!Ay, vampirízame…! A veces nos enfrentamos a un patrón que no es nuestro y tratamos de ir «adivinando», más que tejiendo, las intenciones de la diseñadora. En este caso mi vampiro está basado en un patrón muy pituco pero con bastantes complicaciones técnicas de Havva Ünlü, que si lo buscáis lo tiene a la venta con el nombre del mítico transilvano Vlad.

El original es más guapo. A mí me gustan los amigurumis más caricaturescos. Y aunque no hubiera sido así, al bordarle las facciones en lugar de recortar fieltro, siempre adquiere un aspecto personal. Ya sé que a muchas os da miedo bordar sobre todo los ojos. Pero hay que atreverse porque así la personalidad de vuestros muñecos será única, por muchos iguales que encontréis nadie será capaz de repetir esa expresión del vuestro. A mí todos me salen medio perdidos…

Aquí vemos al vampiro en las funciones propias de su sexo, digo de su condición chupa sangre… Y os voy a contar las cuatro cositas que me hubiera gustado saber antes de empezarlo, por si lo queréis tejer. Si pincháis en «leer más», os hacéis a la idea.

Y esta abuela refunfuñona no tiene más que añadir a un vampiro tan chulo y distinguido. Como siempre os digo, disfrutad de esta pasión que nos une. ¡Es un placer verlos acabados! Cucha, si le ha salido  como una sombra blanca a la foto en forma de V invertida, ¿la ves?…. sobre la capa, delante. Uhm, ¿qué será, será?    
Salir de la versión móvil