Es lo más grande que he tejido nunca. Pero, claro, es que encarna la tentación misma. Es el Demonio del Chocolate, sí, el mismo que no te permite privarteeeee.
He modificado el patrón original, que no tenía nada que ver ni con las tentaciones ni con el cacao. Le he agrandado mucho las alas, el triple de su tamaño. Así se puede envolver en ellas para disimular, que no lo veas llegar.
Ay, no sé qué foto poneros, yo lo encuentro irresistible en todassss.