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Búho: ¡A Mimir!

Para hacer este amigurumi, partí de la idea de proyección de sus emociones que hacen los niños pequeños sobre sus mascotas. Imaginé un búho o una lechuza que, apoyado en la mesilla de noche, cerrara los ojos al tiempo que la mamá le decía al todavía inquieto niño desvelado: ¡A mimir! Y que el niño lo imitara… Y manos a la obra.

Hay cientos de patrones de búhos amigurumi, también yo hice alguno casi al principio de tejerlos. Pero para el juego de los ojos que se guiñan, se abren y se cierran, el que más me inspiraba era un búho bola que había visto en una página rusa… Y lo adapté. Tiene bastantes cambios pero me gusta reconocer la fuente originaria de la que surgen mis muñecos cuando no son del todo diseño propio, en este caso transformé el de Marina Chuchkalova:

Diferencias fundamentales:

1) La forma del cuerpo: En nuestro caso hicimos todas las disminuciones en redondo, sin guardar ya la estructura achatada que lleva desde la cabeza hasta el final de la barrigota. Por ello el nuestro es menos bola y más estilizado.

2) Las Alas y la Cola: El Punto Cocodrilo de las alas del búho ruso reconozco que no es mi fuerte y también queda con menos “vuelo”, nunca mejor dicho, que el que elegimos en nuestro caso. Se trata del Punto Relieve, muy facilito de hacer y que tiene esa forma en pico tan linda. Hay un tutorial que lo cuenta paso a paso y sale genial. Siguiendo tal cual las explicaciones del vídeo y sólo cuatro vueltas, más una de puntos bajos al final, nos quedó perfecta. Repetimos el mismo motivo en la cola pero con solo dos vueltas.

3) La Panza: Eliminamos la barriga original que nos recordaba una etiqueta, por un algodón mezclilla que tuviera los mismos colores o parecidos que el resto del búho. Para que el cromatismo quede bien empastado hicimos una fila del naranja liso y otra de la mezclilla que queda así como una unidad emplumada. Os pongo una foto muy ampliada para que veías las filas bien.

 

y 4) ¿Te guiño un ojo?: Por supuesto, añadimos los párpados, que era la idea primitiva de este Búho A Mimir. Como se puede ver, son dos anillos mágicos con una vuelta más de aumentos que el fondo del ojo blanco, para que lo cubra. Los cosimos en semicírculo, procurando que al levantarse quedaran las pupilas fuera y, como digo siempre, “te miraran”. El resto es todo igual.

No estoy autorizada a poneros la traducción del ruso, porque el original lo vende la autora en Etsy. Pero, como se ve, es un huevo y muy fácil de adaptar y de que podáis sacar vuestra propia versión. Eso sí, aviso para navegantes, es enormeeeeee. ¿Os gusta?… Pues hala, ¡A Mimir!

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