Aquí os traigo a mi Blancanieves. Hace seis meses, cuando la diseñé, todas las versiones que encontraba de este entrañable personaje eran tamaño Pulgarcito. Como ese era otro cuento, me decidí a tejer una muñeca grande, abrazable, compañera de inocencias y travesuras. Y este fue el resultado.
Por primera vez me atrevía a tejer unos ojos y a saltarme todas las reglas de las proporciones, quería que tuviera barriguita y que inspirara toda la compasión que la historia de una niña perdida en el bosque puede seguir inspirando hoy, que no hay bosques ni inocencias ni enanos mineros, pero qué digo si casi no hay ni manzanas.
Mañana os pongo el patrón.
Como en el caso del
torero, o el del
mono abrazacortinas, guardo fotos de los amigurumis que habéis tejido con ese patrón y cuyas muestras me habéis hecho llegar. Algunas Blancas no se parecen, pero admito que la mía os sirviera de inspiración. Otras, son clavaítas e incluso mejoran algunas cosas del diseño original. Aquí las muestras:
En este caso, Carmen Tuti hermanó a Blanca con
Tanática, y están tan pitucas las dos juntas. Y esto me recuerda que me hagáis llegar fotos de los amigurumis que tejéis con nuestros patrones, para que yo los pueda compartir con todos los gurumistas que nos visitan…
Si os ha parecido bien esta Blanca y sus versiones, ya sabéis, cliquear un «Me gusta». Gracias.