Os enseño mi Basset. A ver, me lo he tenido que inventar de la A a la Z. Cuando acepté el encargo pensé que de los miles de patrones de perritos que hay por ahí alguno me serviría. Pues no. Creo que jamás le eché tantas horas a un bicho. Primero parecía un pato, luego un cordero. Pero, chicas, creo que al final ¡¡¡¡parece un basset!!!!
Hasta tiene esa mirada pedigueña que dice «apiádate de mí», «dame algo…»
Para que no tengáis que sufrir lo que yo buscando modelos por la red, os pongo el patrón. Esta vez merezco un montón de achuchones y guaus guaus, que conste.